En nuestro anterior post analizamos las diferencias entre un aceite de oliva virgen extra (AOVE) y un aceite de oliva virgen. Sigamos descubriendo las distintas variedades de aceite de aceituna que se comercializan. Aunque en Pago de Riofrío solo conocemos el AOVE auténtico. Así de exquisitos somos…

Aceite de oliva refinado
Obtenido por procedimientos químicos, mediante disolventes como la sosa. Este proceso de refinado elimina también el color, sabor y el olor, perdiendo las cualidades saludables de un aceite de oliva virgen extra. No obstante, se manipula su acidez para que pueda servir de consumo humano, aunque evidentemente es de baja calidad.
Aceite de oliva
Cuando encontramos un aceite sin mayor especificación ni “apellido”, o cuando al nombre lo acompañan los calificativos “suave” o “intenso”, en realidad estamos ante una mezcla de aceites de oliva refinados y vírgenes en distintas proporciones. El proceso para su obtención es químico o térmico. Tienen, como el virgen extra, ácidos grasos monoinsaturados, fundamentales en una dieta sana. Sin embargo, normalmente han perdido gran parte de su sabor por la manipulación a que son sometidos y ha mermado su contenido en antioxidantes naturales, presentes en otros tipos de aceite de calidad superior.
Aceite de oliva lampante
El aceite de oliva lampante es un aceite defectuoso y no apto para el consumo humano, con una acidez superior al 2%. Normalmente procede de las últimas aceitunas de la campaña, recogidas del suelo o ya en fase de fermentación. Suele emplearse para obtener otro tipo de aceites y subproductos en refinerías industriales. No obstante, controles recientes de la OCU a varios aceites de oliva presentes en supermercados e hipermercados muy conocidos, han sacado a la luz el uso fraudulento de este producto dentro de envases etiquetados como virgen o incluso virgen extra. Se denomina “lampante” por que antiguamente era usado como combustible para las lámparas de aceite.
Aceite de orujo
Es un aceite procedente del residuo sólido de la aceituna, incluido el hueso, que se prensa y se tritura para posteriormente aplicarle productos y procesos químicos. El resultado es un producto de propiedades organolépticas muy limitadas, aun siendo apto para el consumo humano. Es un proceso parecido al aceite de oliva “a secas”, aunque el de orujo recibe su nombre del residuo del que se obtiene a través de un refinado industrial.
Suele ser un producto muy habitual en las cocinas de nuestros bares y restaurantes, aunque no lo recomendamos. En su lugar, te ofrecemos nuestro “Coupage Especial Hostelería”, un AOVE para restauración con sus propiedades organolépticas intactas.
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Resumiendo, podemos hablar de distintos tipos de aceite de oliva: virgen extra o AOVE, virgen, refinado, lampante, aceite de oliva sin más o aceite de orujo. Nosotros tenemos claro que una dieta saludable pasa por cambiarse al aceite de oliva virgen extra. Y en Pago de Riofrío tenemos un AOVE de calidad que seguro te va a encantar. ¿Nos dejas convencerte?